lunes, 10 de marzo de 2025

El Borussia Dortmund tras el cambio de entrenador

El Borussia Dortmund ha atravesado una temporada 2024-25 marcada por altibajos, con un cambio de entrenador que ha generado tanto expectativas como decepciones. La destitución de Nuri Sahin en enero de 2025, tras un inicio de campaña desastroso, fue un movimiento inevitable para un club que hace menos de un año disputaba la final de la Champions League. Con solo siete victorias en 18 jornadas de Bundesliga, eliminación en la Copa de Alemania y un rendimiento irregular en Europa, el equipo negriamarillo se encontraba en una crisis que exigía una respuesta drástica. Con Niko Kovač al frente del equipo y la incorporación de Chukwuemeka para aportar pulmones y piernas en el centro del campo los de Dortmund tienen tres meses para enderezar el rumbo de la temporada.

Balance de la temporada: un equipo irreconocible

La temporada comenzó con optimismo tras la llegada de refuerzos como Serhou Guirassy y la continuidad de piezas clave como Gregor Kobel y Nico Schlotterbeck. Sin embargo, los resultados no tardaron en reflejar una desconexión entre la plantilla y la dirección técnica de Sahin. El equipo acumuló un balance goleador mediocre (32 goles a favor y 31 en contra hasta enero), el peor en una década a esas alturas, y mostró una fragilidad defensiva alarmante. La eliminación en la DFB-Pokal y las derrotas consecutivas en Champions League, como el 1-2 ante el FC Bolonia, dejaron al Dortmund en una posición de mitad de tabla en la Bundesliga, lejos de las expectativas de competir por títulos. La falta de identidad en el juego y la incapacidad para revertir dinámicas negativas llevaron al cese de Sahin, pero el problema parece más estructural que coyuntural, con una plantilla que no ha sabido responder a las exigencias.

Jugadores bajo la lupa: Julian Brandt

Entre los futbolistas que han decepcionado, Julian Brandt destaca como un símbolo de las carencias del equipo. El talentoso mediocampista, conocido por su visión de juego y capacidad técnica, ha tenido una temporada irregular que refleja su inconsistencia crónica. A pesar de su potencial para ser un líder creativo, Brandt no ha logrado imponerse como el motor del centro del campo que el Dortmund necesita. Sus estadísticas en la 2024-25 son discretas: pocas asistencias y goles, y una tendencia a desaparecer en partidos clave. Su falta de agresividad y toma de decisiones en momentos críticos han sido criticadas, especialmente en un equipo que carece de un referente claro tras las salidas de Marco Reus y Mats Hummels. Otros jugadores como Niklas Süle, cuya lentitud ha quedado expuesta en la defensa, o Donyell Malen (antes de su traspaso al Aston Villa), también han estado por debajo del nivel esperado, pero Brandt encarna el estancamiento de un proyecto que prometía más.

Implicaciones económicas y Copa Mundial de Clubes de la FIFA

El rendimiento deportivo del Dortmund tiene un impacto directo en sus finanzas, y la temporada actual pone en riesgo su estabilidad económica. La no clasificación a competiciones europeas para la próxima campaña supondría una pérdida significativa de ingresos por derechos de televisión y premios, además de afectar el valor de mercado de la plantilla. El club, que históricamente ha dependido de la venta de talentos como Haaland o Bellingham para equilibrar sus cuentas, enfrenta un desafío mayor si no logra revertir su situación. En este contexto, la Copa Mundial de Clubes de la FIFA de junio y julio de 2025 emerge como un balón de oxígeno crucial. Este torneo, que se disputará en Estados Unidos, ofrece una oportunidad de ingresos adicionales a través de premios y exposición global. Para el Dortmund, clasificado gracias a su subcampeonato de Champions en 2024, un buen desempeño podría generar entre 20 y 50 millones de euros, dependiendo de su avance, además de revitalizar su marca en mercados internacionales. Sin embargo, el calendario congestionado plantea riesgos: lesiones y fatiga podrían mermar aún más a una plantilla ya desgastada, lo que exige una gestión cuidadosa para maximizar este salvavidas económico sin comprometer la próxima temporada.

En conclusión, el Borussia Dortmund enfrenta un momento crítico tras el cambio de entrenador. La temporada ha sido un reflejo de errores tácticos y rendimientos individuales decepcionantes, con Brandt como estandarte de un potencial no explotado. Las implicaciones económicas son ineludibles, pero la Copa Mundial de Clubes ofrece una esperanza tangible para aliviar la presión financiera y reposicionar al club, siempre que logre encontrar estabilidad en los próximos meses.

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