Ante 30.150 espectadores en el Prezero Arena con entradas agotadas, el BVB se adelantó dos veces con goles de Niclas Füllkrug (18) y Marco Reus (45.+3) y lo defendió en inferioridad numérica desde el minuto 71 tras la tarjeta roja a Rami Bensebaini hasta los siete minutos de descuento. Aquí Julian Ryerson puso el punto final con un fantástico solo (90,+5).
Por tercera vez consecutiva, el BVB se enfrentó a un rival situado un punto y un puesto más arriba en la tabla. Después de las victorias en casa del SC Freiburg y contra el VfL Wolfsburg, el BVB se enfrentó a un equipo con una racha de cuatro victorias consecutivas. Doce puntos tras cinco jornadas significaban el mejor inicio de temporada para el TSG Hoffenheim. Los negriamarillos llevaban 13 jornadas invictos y habían ganado los cuatro duelos directos más recientes contra el TSG.
Con una presión alta, en la que participaron cuatro jugadores, el TSG, ordenado en un 3-3-2-2, puso al BVB bajo presión en los primeros compases. Sin embargo, Hummels y compañía encontraron soluciones lúdicas, de modo que el Borussia encontró rápidamente el camino hacia el orden básico 4-2-3-1. Brandt, que tenía su campo de acción en la banda derecha, desplazó repetidamente al centro a Reus. En el juego de acumulación del Hoffenheim, Kramaric bajó al centro del campo, y en su lugar los exteriores Skov y Bebou se orientaron en una línea hacia Beier.
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